Una carrera de fondo

Detente. No, en serio. Para. No lo hagas. No seas estúpida. No les dejes ganar. No huyas. No corras, no si no es hacía ti. El miedo… el miedo que sientes no te pertenece. El asunto estaba en plantar la lenteja sobre el algodón, no sobre tu pulmón. No, el miedo no es tuyo.  El miedo que sientes… es miedo que viene de fuera… tienes miedo por lo que dirán los demás, por lo que pensarán de ti, por si serás la misma ante sus ojos o por si pasarás a ser un sustantivo o un adjetivo sobre un ser humano.

Respira. Tres minutos. Respira. Y escúchame; no tengo casi tiempo para explicarte esto pero…

La vida es una carrera de fondo y solamente acaba de empezar. Aguanta. La toalla al cuello. No tengas prisa. El vuelo, con escala, el tren, con transbordo. Disfruta, hay vida ahí afuera.

Ahora eres libre. Eliges. La nostalgia a veces te aborda; infancia, juventud…

Ahora eres libre. Eres libre. Has abierto tu corazón, lo has diseccionado –algunas veces ya– y, aunque todavía no está en la mesa quirúrgica correcta, late, lates. Lates libre.

A veces te imponen, te juzgan, te ponen contra las cuerdas y te lo hacen difícil y la lenteja que plantaste sigue aquí, en tu cabeza pero, bueno, cada día la riegas menos y te mojas más.

Sí, eres una mujer y, sí, te gustan otras mujeres y, no, no será fácil pero será, como las cosas que afrontas y sacas adelante; como tu corazón saliéndose por tu boca antes de una cita o tus ganas por tus piernas después de otra.

Serás tú, te mirarás al espejo y te querrás y no querrás ser otra. Querrás ser tú, siempre tú. Mujer, creadora, tierra, aire, toro bravo, brisa, faro, camino y estación.

Tú con ella. O ella, contigo. Tú, en ella o ella en ti. Ella. Porque me gusta “ella” y ya no me da miedo. “Ella” ya no es un pronombre cobarde, “ella” ahora es un mantra, un lema y una religión. Ahora, soy yo. Y “ella”, es. Y nosotras, somos, hemos sido o seremos.

La vida es una carrera de fondo, volveré a escribirte.

Ahora respira. Disfruta. Vive. Y no tengas miedo. No se trata de a quién quieres, sino de cómo lo hagas. Joder, hazlo bien, pon en jaque a la ignorancia y en mate a la partida.

Un abrazo.

Te quiero.


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