Tu secreto

¡Hola pequeño!

Ojalá hubiera podido recibir esta carta a tu edad. Estoy seguro de que muchas cosas hubieran sido diferentes en el pasado, aunque no es mi intención cambiar nada porque tú solo serás quien salgas adelante.

Sé que son muchas las cosas que te están rondando por la cabeza, las batallas que tienes que luchar tú solo, ya que tienes miedo a contar lo que sientes, que hace mucho tiempo que has descubierto que no eres igual que tus amigos o tus compañeros del instituto… y te preguntas ¿por qué tienes que ser diferente a los demás, con lo fácil que serían las cosas siendo normal, verdad?

¡Venga! No vale de nada lamentarse, que te quede claro que no eres ningún bicho raro, y que ser diferente no tiene por qué ser malo. Vas a ver como llegará el día en el que desearás no cambiar, por muy feas que se pongan las cosas. Sí, pequeño, imagino que tienes que estar llevándote las manos a la cabeza, pero eres más fuerte de lo que crees ser. Como me gustaría poder estar ahí contigo, darte un abrazo y enseñarte que a veces las cosas son más simples de lo que perecen…

Pero por desgracia, no son buenos momentos para ti y tristemente no te puedo prometer que no habrá otros peores, pero estate tranquilo porque, como se dice, después de la tormenta llega la calma, y verás como ves lucir el sol más de lo que crees.

Desde mi perspectiva te puedo adelantar que cuando eches la vista atrás verás que las cosas de las que hiciste un mundo no eran para tanto. Desearía contarte como vas a ser, las cosas que vas a conseguir y los sueños que llegarás a cumplir, pero tú eres de los que no le gustan que le cuenten los finales y sería una tontería estropear las sorpresas que te deparan, sorpresas que llegarán cometiendo los errores que cometerás, porque te aviso, serás de los que tropiezan un montón de veces con el mismo pedrusco y no aprendes. Pero si una cosa tengo clara es que volvería a cometer una y otra vez esos mismos  errores, porque estos serán los que te conviertan en la persona que vas a ser.

Solamente permíteme que te dé un consejo: sal del caparazón en el que te has metido y no tengas miedo a mostrarte tal y como eres, porque aunque pienses que nada podría ir bien, no será así. La gente que te importa y a la que le importas no te va a juzgar o se va a alejar de ti, te quieren por como eres, no por lo que eres, y permanecerán a tu lado incondicionalmente. Verás que cuando la gente conozca tu secreto y salgas a la luz, el mundo que te rodea será más cálido.

Por último, te quiero pedir un favor: en los momentos tristes sigue sonriendo, porque verás que pocas cosas merecen que estés triste y verás como todo mejora. Un fuerte abrazo pequeñajo y gracias por todo lo que me has dado.

Te quiero, me quiero.

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